LA ROSA NEGRA

Era tan bella la niña al nacer, con esa dulzura y delicadeza común en los recién nacidos, pero con una dosis angelical inimaginable, piel canela, limpia y pulida, ojos tiernos y labios rosados, sus llantos eran como canciones a los oidos de su madre que impresionado con tal belleza no sabia si nombrarla Angela o Rosa.

Rosa como al fin la nombró su madre, creció muy rápido, desarrollando inteligencia y actitudes que para la época eran impresionantes para los adultos; buenos modales, ni  hablar, que ternura de criatura, todos hablaban de Rosa, sus calificaciones eran excelentes, y su madre apostaba a que de adulta sería una gran empresaria, una mujer de éxito y sobre todo la esposa de un acaudalado hombre que la amara sin límites.

Al terminar la escuela superior Rosa se dispone a entrar a la universidad cuando aparece en su vida Robert, un joven estudiante que empieza a cortejar a la joven y con el cual la madre no se siente muy a gusto.

Robert solicita permiso a Rosa para expresarle a la madre sus sentimientos, Rosa acepta, pero al día siguiente Robert aparece muerto, al parecer envenenado.

Luego de varios meses Rosa se repone de la pérdida, orientada y animada por la madre, quien le hace entender que ella es muy joven y tiene un futuro prometedor, además de que no tiene que porque entrar tan joven en ninguna relación amorosa.

En la facultad de Finanzas, donde Rosa estudia economía encuentra la admiración de su profesor de cálculos, él admira su inteligencia, desenvolvimiento esfuerzo por ser siempre insuperable en sus trabajos, pero sobre todo su delicadeza y belleza.

El profesor Méndez decide cortejarla, cosa que no le agrada a la madre de Rosa por encontrarlo mayor que su hija y posiblemente Rosa no podría terminar su carrera por estar entretenida con el profesor. Un mes después del cortejo el profesor Méndez fue encontrado muerto en su apartamento, sin razón aparente.

Nadie podía creer que la dulce Rosa sufriera una vez más por la muerte de quien la cortejaba, su madre feliz porque ya su hija no tendría obstáculos para continuar brillando en su mundo intelectual, pero delante de Rosa se comportaba seria, respetuosa y compartía el dolor de su hija quien juró no volver a enamorarse.

La policía investigaba y relacionaba ambas muertes tan cerca de Rosa a quienes ya los vecinos la apodaban "La Rosa Negra", por vestir de negro debido a las muertes que le habían quitado la ilusión del amor y por la suerte tan mala de perder a los dos amores que había tenido.

Rosa fue elegida por la universidad para trabajar en un proyecto de investigación donde debía trasladarse a otras ciudades, su madre nunca estuvo de acuerdo por el miedo de que le robaran a su dulce hija y a que la desviaran de su camino. Rosa no solicitó permiso de su madre y como toda una adulta tomó la decisión que consideró más apropiada en el momento y se marchó a realizar sus primeras investigaciones lejos del hogar, pendiente de su madre la llamaba constantemente y le contaba cada paso y avance del proyecto, la madre solo preguntaba por quienes la pretendían a lo que ella siempre respondía que no era capaz de amar.

El amor, llega, dura el tiempo que tiene que durar y se va. pero siempre llega, aveces no te percatas de él, y es cuando más cerca está. Rosa si se había percatado de que el amor la rondaba y sin comentarlo con nadie y mucho menos con su madre empezó un noviazgo clandestino con uno de los miembros del equipo de investigación, Mark, un joven extranjero, experto en ciencias económicas, que cursaba una maestría y como parte de su tesis debía incorporar la investigación que estaban realizando. Rosa duró con Mark tres hermosos meses de aventuras amorosas, locuras de juventud y pasión desenfrenada, todo hasta que terminó la investigación, pues al llegar al hogar Rosa confesó a su madre su romance, su felicidad y las promesas que ambos se hicieron para continuar ahora que la investigación había terminado.

 Mark fue encontrado muerto en su apartamento un día después de su llegada.

La Rosa negra se marchitaba, nada era suficiente, estaba desconsolada, arruinada y no confiaba en nadie, empezó a buscar culpables de las muertes que la rodeaban, pero todo era en bano, no encontraba  respuestas, abandonó la facultad, dejó de salir a la calle pues todos la miraban como una "Rosa negra", despreciable, ya no querían enamorarla por miedo a tener la misma suerte de los demás; su madre estaba feliz de que ningún hombre se acercara a su hija, pero estaba triste porque Rosa había abandonado la facultad.

Terapias familiares, personales, consejos de amigas valiosas y los cuidados de la madre permitieron que Rosa volviera a la universidad y por fin terminara las tres materias que le quedaban para terminar su carrera, luego la tesis y al final recibir su diploma de graduación con menciones de honor.

La alegría de la madre de Rosa era insuperable, le brotaba de dentro del cuerpo, era su logro, había logrado que Rosa se graduara sin que ningún hombre la hiciera retrasar; Rosa en cambio se había graduado, pero su alma seguía vacía y llena de miedos, de presentimientos y de sospechas.

Las ofertas de empleo no se hicieron esperar y así Rosa tuvo una de las mejores plazas en una empresa multinacional radicada en el país, su vida iba  como nunca imaginó, pero una vez más el amor apareció como una mariposa y se introdujo en su vida como una brisa suave de primavera. el amor la había encontrado y en la persona de uno de los mejores clientes de la empresa, Jonás, hombre de negocios, apuesto, interesante, inteligente, amable, amoroso, pero le gustaba tomar alcohol sin límites, (cosa que Rosa no sabía), pero él tampoco sabía que a a ella le llamaban La Rosa Negra, así es que ambos estaban a mano.

La madre solo sabía que su Rosa, había nacido para algo diferente que las demás y que haría como siempre lo posible para ayudarla. Ahora ya Rosa podía casarse, y así lo hizo, Jonás le dio la vida que ella nunca imaginó, viajes, joyas, placeres y amor. La madre estaba complacida porque es lo que había soñado para su hija.

Como nada dura para siempre, este caso no es la excepción, pues, solo duró un año, Jonás salía a tomar mientras Rosa le esperaba desconsalada sin saber si llegaría o a que hora lo haría, sin saber si quería que llegara o no, pues si llegaba la golpeaba y la maltrataba. La madre no imaginaba que esto ocurría ya que Rosa nunca dijo nada, sufría callada por miedo a que su amado cruel esposo amaneciera un día muerto y ya que tantos habían muerto por ella, no quería uno más para la colección.

La madre llego de sorpresa a visitarla, que sorpresa para Rosa, que no sabía como ocultarle a la madre lo trágico que son sus fines de semana cuando su hombre sale a tomar, pero haría lo posible para que su madre no se enterara.

 Pero esto no estaba en las manos de Rosa, en la madrugada se oyen unos gritos y la madre sale a ver que pasa, Jonás golpeaba a su hija, su Rosa, su única y preciada prenda, por la que había matado ya tres veces, solo por asegurarle un mejor y feliz futuro, pero ahora no era momento de estrategias ni de envenenamientos, era hora de actuar, de rescatar realmente a su Rosa de la muerte, de la locura, del mal; mientras que solo veía el delicado cuello de su hija rodeado por las manos de aquel abusador en quien ella confió su adorada prenda.

La sangre corrió al piso desde la espalda de aquel hombre que ignoraba que allí estaba su suegra, tres estocadas bastaron para dejar sin aliento a aquel desgraciado que quería marchitarle su Rosa.

Momentos mas tarde llegó la policía para interrogar a aquella joven de piel canela, con los ojos desorbitados, sin habla, sin lágrimas en los ojos, con el pelo desaliñsdo y con marcas de grandes y fuertes dedos alrededor de su garganta, que sentada en suelo contemplaba el cadaver  de su madre que todavía con el cuchillo enterrado en el estómago yacía al lado del cadaver de su esposo.