No te conozco
No eres el que conocí, pero eres tú
Quien enloqueció un día mi alma
Y la llenaste como una lámpara de luz
Como llena al espíritu la calma.
Conoció mi vida contigo la dicha
La alegría, la paz, la tranquilidad y el gozo
Y sorprendió la noche mi vida tan vacía
Como no se conoce la profundidad de un pozo.
A veces recuerdo como eras conmigo
Me llenabas de alegría, hasta parecías loco
Y da pena decirlo, compañero de hastío
Al ver pasar el tiempo, sé que no te conozco.